DONALD TRUMP
El multimillonario magnate del sector inmobiliario Donald Trump también ha saltado al ruedo electoral.
Trump anunció este martes su postulación a la presidencia como republicano. Hizo su anuncio en la torre que lleva su nombre en el distrito neoyorquino de Manhattan. Siguiendo su estilo habitual, el productor del programa de televisión The Apprentice habló sin eufemismos, acusó a los dirigentes norteamericanos de estar controlados por intereses especiales y fustigó a China y a Japón por su desarrollo económico.
Pero quizá su comentario más cortante fue el que pronunció sobre la inmigración mexicana. Trump dijo que México está “ahogando económicamente” a Estados Unidos, que ese país “no manda lo mejor” de su gente, y aseguró que si alcanza la presidencia, construirá un muro en la frontera sur, que México pagará.
El magnate afirmó que de México viene “gente con un montón de problemas”, que traen drogas y crimen y que también vienen violadores. Luego señaló: “Supongo que hay algunos que son buenos”.
¿Trump supone que algunos inmigrantes son buenos? ¿Lo supone? Esas palabras son ultrajantes. Son indignas de alguien que aspira a la presidencia.
El multimillonario ve a la cuantiosa población inmigrante procedente de México a través de un prisma de discriminación. Pero Trump debería saber muy bien que los inmigrantes vienen a este país a trabajar duro para sacar adelante a sus familias, tras huir de la desesperanza, de la miseria y muchas veces del hambre en sus países. Vienen en busca de la oportunidad de sobrevivir que no tienen en la tierra donde nacieron.
¿Que unos cuantos malhechores cruzan la frontera para introducir drogas o cometer delitos? Desde luego, del mismo modo que mucha gente nacida aquí vive al margen de la ley. El delito no reconoce fronteras ni diferencias étnicas.
El muro que Trump construiría en el límite con México es un disparate. La solución al problema migratorio radica en una reforma que modernice el sistema de inmigración, y también –sobre todo– en el mejoramiento económico en los países de donde provienen los inmigrantes. Mientras eso no ocurra, muchos seguirán saltando la frontera.
Está muy bien que haya tantos aspirantes para escoger. Pero necesitamos propuestas razonables para resolver los problemas del país y trazar su futuro, no arengas nacionalistas sin sentido ni insultos gratuitos. Lo que dijo Trump no es serio. Es indignante. Parodiando su programa de televisión, podemos indicarle que como candidato, está despedido.
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