En esta agitada campaña por la presidencia, el votante norteamericano debe estar muy al tanto de los asuntos que se discuten, porque la retórica exagerada de los aspirantes se aparta a veces de la verdad.
No es insólito que los candidatos digan algunas exageraciones o inexactitudes ocasionalmente, como cuando John F. Kennedy ganó votos asustando a los electores en 1960 con la alarma de una supuesta desventaja en misiles frente a los soviéticos. Cuando se supo la verdad, resultó ser que la desventaja era pura ficción. Pero para entonces, Kennedy ya era el presidente.
Lo que es nuevo hoy es la frecuencia con que los candidatos dicen cosas que no son ciertas. Los hechos y la historia no parecen importar. Esta parece ser la actitud generalizada de los candidatos que recorren el país en busca de votos.
Hoy, la "desventaja en misiles" de Kennedy habría sido declarada "falsa" por PolitiFact, que se ha convertido en un recurso indispensable para cualquiera que trate de separar los hechos de las exageraciones o las imprecisiones.
En este terreno, Donald Trump ocupa un lugar destacado. Su deseo de construir una muralla impenetrable en nuestra frontera sur es pura fantasía. Pero también tiene las cifras erradas. Su afirmación de que hay "30 millones, podrían ser 34 millones" de inmigrantes indocumentados (o ilegales, como él prefiere decir) en este país fue calificada de falsa por PolitiFact. Una cifra más exacta sería 11 millones.
El problema es que no solo los demagogos como Trump parecen decir lo que les convenga según el momento, sino también los candidatos considerados serios. Entre ellos están la candidata demócrata favorita (por ahora) Hillary Clinton y dos hijos favoritos de la Florida, el ex gobernador Jeb Bush y el senador Marco Rubio.
El senador Rubio, por ejemplo, no es un simpatizante de las regulaciones a los negocios ni de la ley Dodd-Frank, que emergió de la Gran Recesión. Pero su afirmación de que "más del 40 por ciento de los bancos pequeños y medianos que prestan dinero a pequeñas empresas han desaparecido desde que se aprobó Dodd-Frank" fue considerada mayormente falsa. Lo mismo ocurrió con sus afirmaciones sobre seguridad nacional, al decir que Estados Unidos "no está modernizando sus armas nucleares" y "no está fabricando los aviones, los bombarderos de gran radio de acción, los portaaviones adicionales, los submarinos nucleares".
El ex gobernador Bush también ha sido señalado varias veces por PolitiFact. Una cosa es decir que no apoya Planned Parenthood porque facilita más abortos que cualquier otra organización, y otra muy distinta —y equivocada— decir que Planned Parenthood no atiende problemas de salud de las mujeres, una afirmación calificada de falsa.
En cuanto a Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado afirmó que Bush y Trump no difieren en temas de inmigración, una distorsión calificada de "mayormente equivocada". Y dijo que ninguno de los candidatos republicanos había tocado el tema de los fondos para la educación, aun después que el senador Rubio pusiera su plan en el centro de su campaña dirigida a los votantes jóvenes.
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