jueves, 29 de octubre de 2015
El enfrentamiento entre Rubio y Bush marcó la primera vez que las tensiones entre ambos candidatos afloraron públicamente. Todo vino a consecuencia del un duro editorial en el periódico Sun Sentinel del sur de Florida.
"LO QUE SON LAS COSAS CUANDO SON DEL ALMA"
EN EE.UU TAMBIÉN TIENEN SU "NAZIONAL"(Sun Sentinel), prensa amarillista tarifada al mejor postor...
Rubio fue blanco del severo ataque editorial debido a su ausencia en el pleno del Senado para las votaciones. El editorial lo criticó por las ausencias y pidió su renuncia si no está dispuesto a representar a la Florida a tiempo completo.
“Rubio ha perdido más oportunidades en votar [en el Senado] que cualquier otro senador este año”, según reza el editorial del Sun Sentinel publicado el miércoles – horas antes del debate. “Su silla está regularmente vacía para los votos en el pleno, las reuniones de comité y las presentaciones de inteligencia”.
Cuando uno de los moderadores del debate transmitido por la televisora de cable CNBC le preguntó sobre el editorial, Rubio atacó al Sun Sentinel como respuesta.
“Leí ese editorial con gran diversión”, dijo Rubio. “Es en realidad evidencia de la parcialidad que existe en los medios estadounidenses…en el 2004, uno de mis predecesores en el Senado, de nombre Bob Graham, un demócrata, hizo campaña para presidente, perdiéndose más del 30 por ciento de las votaciones. No recuerdo que hayan pedido su renuncia. En ese año, John Kerry también hizo campaña para presidente y se perdió más del 60 o 70 por ciento de sus votaciones y no recuerdo que el Sun Sentinel... en sí apoyó su candidatura. En el 2008, Barack Obama se perdió 60 o 70 por ciento de sus votos y el mismo periódico lo apoyo también”.
Aunque el enfrentamiento entre Bush y Rubio opacó el resto del debate, también hizo que el peremne favorito de las encuestas, Donald Trump, no resaltara como en los debate anteriores.
Los observadores esperaban que Bush brillara más en el debate, para así buscar una forma de sobresalir sobre Trump y los demás, luego de que su campaña diera señales de estarse tambaleando. Pero Bush no pareció mostrar fuerza o confianza en sus declaraciones. Lo que es más, Rubio habló más tiempo durante el debate, mientras que Bush habló menos, según los que contabilizaron el tiempo de cada candidato para la cadena radial National Public Radio (NPR).
Quizás había mucho más en juego para Bush que para los otros candidatos, porque el otrora favorito del establishment republicano ha perdido tanto terreno entre los electores y los que financian las campañas que la semana pasada se vio obligado a recortar salarios y presupuestos.
El tercer debate republicano, que tuvo lugar en Boulder, Colorado, sirvió para que los candidatos midieran fuerzas a menos de 100 días de las primeras contiendas electorales partidistas en Iowa, New Hampshire, Carolina del Sur y Nevada en febrero.
La evaluación de la atracción política de cada aspirante es relevante debido a que en vísperas del debate hubo cambios dramáticos en cuanto a la percepción de los electores de los precandidatos.
Las últimas encuestas mostraron una deriva de los votantes republicanos a favor del neurocirujano retirado Ben Carson, en lugar del magnate Trump – el favorito desde casi el principio de la campaña.
A diferencia de los dos debates anteriores, Bush no estuvo parado junto a Trump debido a que ha bajado en popularidad en las encuestas. Está vez, Trump y Carson estuvieron uno junto al otro, seguidos de Rubio cuya popularidad ha subido.
Los cuatro menos populares en las encuestas – el ex senador por Pennsylvania Rick Santorum, el gobernador de Lousiana Bobby Jindal, el ex gobernador de Nueva York George Pataki y el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham – comparecieron antes del debate de los principales contendientes.
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